viernes, 5 de julio de 2013

Los Órganos y las Emociones. ¿Como se Relacionan?



“Somos lo que comemos” es mucho más que una frase famosa. La actitud, los pensamientos y sentimientos afectan directamente a la condición física y ésta afecta a los anteriores. Todos nuestros fluidos están influidos por nuestras emociones, y a su vez influyen poderosamente en ellas. Nuestras emociones afectan a nuestro psiquismo y a nuestra actitud ante la vida. Puede resultar imposible o muy difícil intentar cambiar el «mal carácter» de alguien, pero relativamente fácil indicarle lo que debe o no debe comer para eliminar el exceso de toxinas en el hígado. Es la forma más rápida, práctica y efectiva de cambiar las cosas, significa empezar por la raíz.


  •  El mal genio, el enfado, la agresividad son «enfermedades del hígado». Cuando el hígado está «energéticamente sano» se asocia con la calma, la paciencia y la tolerancia.
  • La histeria, excitación, hipersensibilidad, nerviosismo, hablar sin parar o emplear la ironía con demasiada frecuencia apuntan al corazón e intestino delgado. En situaciones de equilibrio de esos órganos brota la tranquilidad, la calma y una expresión divertida, con «chispa».
  • La ansiedad, la duda, el escepticismo y los celos, son desequilibrios del bazo, el estómago y el páncreas. En condiciones saludables estos órganos favorecen la simpatía, la sabiduría, la inteligencia y el entendimiento.
  • Exceso de autoridad y dominio sobre los demás, dificultad para comunicarse adecuadamente y compartir los espacios con los demás, pensamientos repetitivos e ideas obsesivas, apegos y fijaciones son desequilibrios del pulmón y el intestino grueso. En armonía estos órganos fomentan la flexibilidad necesaria para el proceso de transformación en el ser humano
  • El miedo, la falta de autoestima, la timidez, la desesperanza se relacionan con desequilibrios de riñón o disfunciones en la vejiga. Cuando estos órganos están bien aparece el valor, la inspiración y la confianza.

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