martes, 10 de diciembre de 2013

Tu piel VS frío I parte



Con las bajas temperaturas, el viento y la calefacción, nuestra piel se reseca que y daña, pero la descamación y las rojeces se pueden evitar si se toman las medidas necesarias. ¿Y cómo lo hacemos? Vamos a cambiar pequeñas costumbres para poner al mal tiempo buena cara.

• La calefacción. Ideal para caldear el ambiente, mantenerla siempre a un máximo de 20-22 grados, pues más temperatura podría resecar nuestra piel. Es importante también hacernos con un humidificador que aumente la humedad del ambiente. 


• La ropa. Internamente, nuestro cuerpo funciona a unos 36 grados aproximadamente. Si no te abrigas adecuadamente, cuando aprieta el frío, la temperatura corporal baja de forma progresiva hasta que la piel se resiente. Hazte con un buen set de protección invernal: guantes de punto o de cuero, bufanda y gorro, orejeras, camiseta térmica y forro polar más abrigo o cazadora. Mejor muchas capas que te puedas poner y quitar a placer para poder regular tu termostato según cambien las circunstancias que te rodean.

• El neceser. Cuanto más frío hace, más se seca la piel. Sensible, seca, mixta o grasa. Sea cual sea tu caso seguro que necesitas texturas mucho más untuosas de las que utilizas habitualmente. Prueba con aloe vera y cremas especiales para el invierno.

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