lunes, 25 de noviembre de 2013

La alimentación cuando viene el otoño



Después del calor típico del verano y antes del frío más polar del invierno, el otoño es una época de transición, en el que la alimentación juega un papel fundamental en la tarea de prevenir enfermedades, manteniendo equilibrada la aportación de vitaminas, sales minerales y proteínas de elevada calidad. La dieta mediterránea es probablemente una gran aliada en la alimentación otoñal. 

Para suministrarnos las vitaminas esenciales están los frutos de temporada como la calabaza -que cocida, al horno o en menestra- suministra una gran cantidad de vitamina A; o el caqui y las ensaladas de otoño, como la endibia. Los tomates, que todavía siguen siendo ricos y sabrosos, siguen siendo un punto de fuerza como condimento de la pasta, con albahaca y aceite de oliva extra virgen. 


También las carnes blancas y el pescado son fundamentales en esta estación del año, óptimos también los congelados, tan válidos desde el punto de vista nutritivo y de sabor como los frescos. El vino, siempre en cantidad moderada, se conjunta perfectamente en la mesa de otoño. 

Con una alimentación de este tipo, conseguiremos beneficiarnos de todos los elementos indispensables para preparar el organismo a la llegada del invierno.

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