jueves, 14 de noviembre de 2013

Aceite de argán



Conocido también como el “Oro de Marruecos”, el Aceite de Argán procede del fruto del árbol llamado ArganiaSpinosa, cultivado en el suroeste de Marruecos desde hace 80 millones de años.
Análisis químicos demuestran sus valiosas propiedades dermatológicas debidas a su alta concentración en ácidos grasos esenciales (80%  ácidos grasos esenciales, 43% ácido oleico y 37% ácido linoleico), además de grandes cantidades de tocoferoles (vitamina E), lo que supone casi tres veces más que en el aceite de oliva.

Por su excelente composición, el Aceite de Argán es inigualable y es idóneo para todo tipo de pieles: nutre la piel seca, purifica la piel grasa y aporta equilibrio a la piel mixta.
Por su alta concentración en ácidos grasos esenciales así como por sus propiedades antioxidantes, combate los radicales libres causantes de la oxidación celular que dan lugar al envejecimiento prematuro de la piel, previene la sequedad de la misma,  restaura su luminosidad y es considerado un excelente antiarrugas natural.


Su alto contenido en vitamina E, hidrata, nutre, suaviza y regenera,  facilitando la renovación celular y aumentando la oxigenación. Es además indicado para irritaciones cutáneas tales como psoriasis, eczemas, quemaduras y cicatrices provocadas por el acné y la varicela.
Reduce la aparición de estrías en mujeres embarazadas ya que nutre e hidrata en profundidad. Además, por sus innumerables propiedades dermatológicas,  protege, nutre y suaviza la delicada piel del bebé.

Es  también excelente para revitalizar el cabello aportándole brillo y suavidad así como para fortalecer las uñas débiles.

El “Aceite de Argán”, también conocido como el “Oro de Marruecos” es en definitiva uno de los mayores  beneficios que nos ofrece la madre naturaleza para rejuvenecer nuestra piel.

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