La miel, también conocida como el néctar de los dioses, ha sido utilizada desde hace miles de años por sus innumerables beneficios para la salud, tanto terapéuticos como nutricionales, para niños y mayores, pero ¿qué hace que la miel sea tan popular? Sin duda dulce sabor y la facilidad con la que se puede consumir: mezclándola con zumo u otra bebida en vez de ponerle azúcar, tomándola directamente, a cucharadas, en pan,...
Ahora que os hemos abierto el apetito, ¿os apetece conocer cuales son las ventajas de las que os hablábamos? Tomad buena nota de las posibilidades de este rico alimento:
Edulcorante: Podemos sustituir el azúcar por la miel en muchos alimentos y bebidas. La miel contiene aproximadamente un 69% de glucosa y fructosa, gracias al cuál la podemos utilizar como edulcorante.
Fuente de energía: La miel contiene aproximadamente unas 64 calorías por cucharada, lo que permite utilizarla como una fuente de energía. Una cucharada de azúcar, en cambios nos proporciona unas15 calorías. Además, los hidratos de carbono en la miel se pueden convertir fácilmente en glucosa hasta por los estómagos más sensibles. Por lo tanto, podemos decir que la miel es muy fácil de digerir.
Pérdida de peso: Aunque la miel tiene más calorías que el azúcar, cuando se consume con agua tibia nos ayuda en la digestión de la grasa almacenada en nuestro propio cuerpo. De la misma forma, la miel mezclada con el zumo de limón o canela nos ayuda en la reducción de peso.
Fuente de vitaminas y minerales: Contiene gran variedad de vitaminas, minerales calcio y hierro, mientras que la proporción en el azúcar es casi nula.
Propiedades antibacterianas y antifúngicas: Por sus propiedades anti-bacterianas y anti-hongos puede ser utilizada como un antiséptico natural.
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