1.
Organiza
tu vestuario para no coger frío sin exagerar. Utiliza la ventaja de los tejidos
térmicos que te permiten mantener el cuerpo caliente y expulsan el sudor para
que la ropa esté seca.
2.
Sigue la
ley de las capas. Es aconsejable llevar varias capas para aislar el cuerpo,
tanto si vas a salir al exterior como si entrenas en interior.
3.
Tapa tus
orificios. Si vas a entrenar y el aire es frío, lleva una braga que tape la garganta
que es una zona que suele quedar desprotegida, y además puedes ponértela sobre
la nariz y la boca para no respirar el aire helado directamente, y calentarlo
previamente.
4.
No te
olvides de la cabeza y las manos. Por la cabeza se puede llegar a perder hasta
el 60% del calor corporal, más si no te sobra pelo. Ponerte un gorro de tejido
térmico te mantendrá caliente y sin humedad. Y no te olvides de los guantes,
especialmente cuando vas a correr a la calle, tener las manos calientes te
ayudará a soportar el frío y siempre puedes guardarlos en un bolsillo o
engancharlos en la cinturilla del pantalón cuando se calienta las manos.
5.
Calienta
bien antes de empezar. Si vas a hacer deporte en el exterior no empieces a
forzar la máquina al primer minuto, es importante que escuches las señales de
tu cuerpo cuando hay un resfriado o gripe, empieza despacito y ve subiendo la
intensidad sin llegar a forzarte, simplemente disfruta de la sensación de
bienestar que te produce el ejercicio, seguramente notes que respiras mejor, se
descongestiona la nariz y te deja de doler la cabeza.
6.
Estira en
caliente. Al terminar has de estirar, pero no se te ocurra hacerlo en la calle
o sin abrigarte bien en el gimnasio, lo mejor es ir a la ducha caliente
directamente y estirar después con ropa limpia y seca en un lugar abrigado o en
casa.
7.
Hidrátate
más que antes. Un resfriado o gripe acelera la deshidratación, es importante
aumentar la cantidad de líquidos cuando se está pasando una infección
respiratoria. Procura beber suero fisiológico de farmacia o suero casero con
agua, zumo de limón, bicarbonato, miel y un poco de sal. Bebe agua sin tener
sed, especialmente si vas a entrenar: antes, durante y después. Y aprovecha
para hacerte bebidas calentitas como té caliente con zumo de limón, o té
rooibos con zumo de arándanos. Verás cómo mejoras y te sientes mejor.
8.
Aliméntate
bien si entrenas. Si estás con gripe, seguramente tengas poco apetito, es
normal pero si vas a hacer deporte necesitas recargar los depósitos de
glucógeno con hidratos de carbono. Si no tienes hambre procura tomar purés y
sopas calientes con verduras y hortalizas (calabaza, patata, zanahorias,
puerro, ajo, cebolla, etc.) ricas en hidratos, vitaminas y minerales y también
añade proteína para tus músculos con pescados blancos y pechuga de pollo. Te
sentarán bien y te darán energía para superar la infección.
9.
Aumenta la
dosis de antioxidantes. Las vitaminas A, C y E y los minerales como el selenio
y el zinc te ayudan a mantener el sistema inmune y a combatir los invasores que
provocan la infección. Aumenta la dosis de alimentos ricos en antioxidantes
como frutas, verduras, frutos secos, aceites de primera presión en frío y
carnes rojas.
10.
Duerme
todo lo que puedas. La mejor forma de curar una gripe o resfriado es meterse en
la cama y dejar que el cuerpo resuelva el conflicto por sí solo.
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