El té es una bebida estimulante consumida en el mundo
entero. Hay multitud de variedades ya que se cultiva en casi todos los países
tropicales y subtropicales, y cada cultivo tiene sus propias características y
peculiaridades, de ahí la gran variedad que nos permite encontrar desde el de
color dorado y magnífica fragancia como sucede en el Darjeeling, u oscuros y
fuertes como los de Assam.
Lo importante, sin embargo, no es la procedencia del té, sino su preparación. Si no se hace correctamente, hasta el más exquisito de los tes puede resultar imbebible. Para su correcta preparación recomendamos utilizar siempre agua fresca o embotellada, ya que la calidad del agua es determinante para el sabor del té.
Igualmente importante es no olvidarnos de antes de poner el té en la tetera, calentarla vertiendo en su interior una taza de agua caliente y moverla ligeramente para que llegue a todos los rincones. Hay que recordar, que no se deben utilizar detergentes para lavar la tetera, por eso siempre va bien desinfectarla con agua caliente antes de utilizarla. Además, esa medida ayudará a que el té conserve su temperatura en los fríos días de invierno.
Lo importante, sin embargo, no es la procedencia del té, sino su preparación. Si no se hace correctamente, hasta el más exquisito de los tes puede resultar imbebible. Para su correcta preparación recomendamos utilizar siempre agua fresca o embotellada, ya que la calidad del agua es determinante para el sabor del té.
Igualmente importante es no olvidarnos de antes de poner el té en la tetera, calentarla vertiendo en su interior una taza de agua caliente y moverla ligeramente para que llegue a todos los rincones. Hay que recordar, que no se deben utilizar detergentes para lavar la tetera, por eso siempre va bien desinfectarla con agua caliente antes de utilizarla. Además, esa medida ayudará a que el té conserve su temperatura en los fríos días de invierno.
Una vez realizados los pasos previos y cuando retiremos esa
agua, empezamos a preparar el té. Para
ello, el agua debe estar a 100º C, y debemos usar una cucharadita por cada
taza, y una adicional por cada cinco. Lo dejamos cocer durante 3 minutos si se
quiere un efecto estimulante, si se deja durante más tiempo este efecto se
reduce, pero no recomendamos que se excedan los 5 minutos de cocción.
Una vez preparada la infusión es bueno dejarla reposar
durante unos cinco minutos, ya que (además de no quemarnos la lengua) es el
tiempo adecuado para que el té libere sus beneficiosos. Entonces solo nos queda
endulzar y deleitarnos el gusto con nuestro té. ¡Qué aproveche!!
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