Este artículo hablaremos de cuándo y cómo
volver a hacer ejercicio después del parto, una cuestión en la que muchas
mujeres tienen interés después de convertirse en madres.
En términos generales, si hiciste ejercicio a
lo largo de todo tu embarazo y tuviste un parto vaginal normal, puedes realizar
sin problemas los ejercicios que hacías durante el embarazo unos días después
de dar a luz, o al menos ejercicios livianos, tales como caminar, hacer
flexiones de brazos o de pecho modificadas y practicar estiramientos. Una
semana después del parto podrás hacer caminatas a un ritmo de lento a moderado,
durante 30 minutos, tres veces a la semana. A medida que recobres las fuerzas,
podrás extender el recorrido de las caminatas o aumentar su cantidad.
Si te practicaron una cesárea, deberás esperar
de seis a ocho semanas antes de hacer ejercicio. No obstante, es aconsejable
hacer caminatas a paso lento porque ayuda a la recuperación y contribuye a
prevenir complicaciones como por ejemplo coágulos de sangre.
Si no te mantuviste activa durante el embarazo,
o redujiste tu rutina de ejercicios a medida que avanzaban las semanas,
comienza a moverte de a poco y consulta a tu médico o comadrona antes de
reanudar una rutina de ejercicios.
Podemos empezar haciendo ejercicios sencillos
en casa: flexiones, abdominales, yoga… El gimnasio puede llegar más adelante.
El ejercicio aeróbico suave, caminar, marcha, o los estiramientos son indicados
para las primeras sesiones.
Una zona que sufre mucho durante el embarazo y
el parto es la zona pélvica, por ello hay ejercicios para el suelo pélvico que
nos ayudarán a recuperar la normalidad. Hay ejercicios variados para lograr
este fin, desde los kegel hasta los realizados sobre un filtball.
Para recuperar la zona de glúteos y caderas es
conveniente, junto a los ejercicios localizados, un ejercicio aeróbico con el
que quemar calorías y grasa en general. Las caminatas y la bicicleta (tal vez
estática en estos momentos), así como la natación, son una buena opción. A esto
se suman las sentadillas y las escaleras: olvidémonos del ascensor cuando sea
posible.
Para el pecho, junto a una hidratación y
sujeción adecuadas, hemos de hacer ejercicios específicos para reafirmar, como
juntar y apretar las manos ante el pecho, pesas, flexiones para reforzar
pectorales.
Por supuesto, todos estos consejos han de ir
acompañados de una buena alimentación y la hidratación adecuada para estar
saludables y completar una buena recuperación. Ya lo tenemos todo para iniciar
el ejercicio tras el parto y ponernos en forma después de ser mamás. Con ganas,
constancia y un poquito de esfuerzo, es posible.
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