Los abdominales hipopresivos, son un nuevo tipo de entrenamiento abdominal que reduce el tamaño de la cintura, mejora la postura de la espalda, ayuda a extender las vértebras, ralentiza el proceso de envejecimiento, y es bueno para las mujeres que han dado a luz recientemente. El objetivo de los abdominales hipopresivos es el mismo que el de los tradicionales, reducir el perímetro del abdomen, pero minimizando los riesgos, además de ayudar a prevenir hernias. Para ello, se cuida la postura y la respiración.
¿Para quién va dirigido esta técnica?
El método hipopresivo está indicado para todas aquellas personas que quieran tratar o prevenir problemas digestivos, ginecológicos, uriniarios o posturales. No está indicado para personas hipertensas o mujeres embarazadas.
A continuación, te enseñamos a realizar abdominales hipopresivos en cuatro sencillos pasos:
1. Posición inicial: Nos ponemos de pie, con los pies abiertos a la altura de la cadera, brazos estirados a lo largo del cuerpo, hombros lejos de las orejas y manos estiradas hacia el suelo, crecemos y corregimos la posición con una ligera inclinación del cuerpo hacia delante.
2. Respiración: inspiramos por la nariz, exhalamos por la boca (como si quisiéramos empañar un cristal)
3. En apnea: intentamos abrir el diafragma el máximo posible.
4. Permanecemos en esta posición de succión mientras contamos hasta siete.
¿Qué beneficios aporta este método?
Los ejercicios hipopresivos nos aportan numerosos beneficios más allá de ayudarnos a reducir cintura. Estos son algunos de ellos:
- Mayor higiene postural. Fortalece las lumbares y baja los hombros.
- Aumenta la capacidad pulmonar y mejora el control respiratorio.
- Tonifica brazos, piernas y faja abdominal.
- Ayuda a ser consciente de la parte inferior de tu cuerpo y a controlarla.
- Prevención de todo tipo de hernias (inguinales, abdominales, curales, vaginales…)
- Aumenta y regula los factores vascularizantes siendo eficaz en prevenir y solucionar edemas y piernas pesadas.
- Previene lesiones articulares y musculares por la normalización del tono muscular general, proporcionando una eficaz protección lumbo-pélvica.
- Desaparecen o se mitigan los escapes de orina.
- Mejora la función sexual de la mujer y el hombre.
- Como todo ejercicio físico, proporciona bienestar y placer.
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