Entrar en la edad de la menopausia implica la aparición de unos cambios en
el organismo femenino que puede resultar una auténtica molestia para las
mujeres que la padecen.
Los efectos de los sofocos, las sudoraciones, el aumento de peso y otros
síntomas debidos a la reducción de hormonas sexuales propios de esta fase,
pueden paliarse con remedios caseros y algunos consejos prácticos.
Colesterol en la menopausia
La disminución de la producción de estrógeno por los ovarios afecta al
metabolismo del colesterol y aumenta las probabilidades de sufrir accidentes
cardiovasculares y problemas de tensión arterial. Por eso mismo, durante la
menopausia no es extraño que en las analíticas se detecten un incremento del
colesterol LDL o colesterol malo y disminuya el colesterol HDL o colesterol
bueno, llamado así por su efecto protector sobre el músculo cardiaco.
Por este motivo, el término de la menstruación puede ser un buen momento
para prestar una especial atención a los valores de colesterol en sangre, con
el objetivo de prevenir y evitar complicaciones derivadas de la
hipercolesterolemia, tales como enfermedades cardíacas o cerebrovasculares.
Algunos estudios afirman que el aceite de linaza es muy beneficioso para
reducir los niveles de colesterol por el contenido de ácidos Omega 3 y 6. Por
este motivo, aliñar los alimentos con este aceite o consumirlo de forma
directa, es muy recomendable una vez que se entra en la fase de climaterio.
Trucos para los sofocos en la
menopausia
Los sofocos son una de las molestias más frecuentes durante la menopausia,
pero reducir su efecto es fácil y sencillo. Los baños con sales de magnesio y
los masajes en la zona abdominal con aceites aromáticos de jazmín son muy
recomendables.
También existen trucos para refrescarse, por ejemplo resulta beneficioso llevar varias capas de ropas
holgadas y frescas, saborear un cubito de hielo, aplicar duchas frías o remojar
los pies.
Ejercicio físico en la menopausia
Durante esta etapa de la vida de las mujeres es imprescindible que se
realice ejercicio físico, ya que la disminución hormonal favorece la
osteoporosis y la acumulación de grasas.
Bailar, caminar con frecuencia y deportes como el pilates mejoran la
absorción de calcio y son aconsejables para reducir los cambios emocionales
propios de la menopausia, como la tendencia a la depresión o a la
irritabilidad.
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