La lucha por conseguir un vientre plano suele ser algo muy habitual en esta época del año, y la mayoría de los esfuerzos se suelen centrar en hacer abdominales sin parar y en realizar cualquier tipo de ejercicio aeróbico que se nos pone por delante. Casi siempre dejamos de lado la dieta, y por ello queremos detenernos en algunos consejos para estar siempre a punto a través de la alimentación.
En primer lugar nos vamos a detener en unos puntos básicos como son evitar la ingesta de bebidas gaseosas, así como masticar chicle o ingerir demasiada sal en las comidas. El gas de las bebidas ayudará a aumentar el tamaño de nuestro vientre, así como el gas que se produce al masticar chicle. En el caso de la sal la cosa cambia, ya que lo que hace es aumentar la retención de líquidos en el organismo que se traducen en una visible hinchazón del vientre.
Si de retención de líquidos se trata, otras sustancias como los hidratos de carbono, si se consumen en exceso ayudará a que se lleve a cabo este proceso de que tan malos resultados tiene para el vientre. Por ello debemos controlar la ingesta de hidratos de carbono diaria, y sustituirlos si es posible por hidratos de origen integral.
Facilitar al cuerpo las digestiones todo lo posible es fundamental para evitar la acumulación de gases en el vientre. Para ello debemos optar por alimentos ligeros bajos en grasas saturadas, que son difíciles de asimilar por el organismo y además tienden a acumularse. Junto a esto hay que evitar los alimentos que generen cierta intolerancia en el organismo, ya que también harán más lenta su digestión.
Para mantener el aparato digestivo activo es mejor comer lentamente, masticando bien para facilitar al máximo la digestión. Una ingesta de agua a lo largo de la jornada hasta llegar a los dos litros por día es fundamental para mantener el aparato digestivo limpio y libre de impurezas para así conseguir un vientre más plano y libre de gases que lo único que hacen es generar hinchazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario