Las personas mayores suelen tener una serie de creencias en cuanto a ejercicio y hábitos de prevención que no son siempre las mejores. Pensar que a su edad “ya han hecho bastante ejercicio durante toda su vida” o que ya no tiene sentido cuidarse, con todo lo que han pasado en su historia de vida, es algo habitual. Sin embargo, el ejercicio físico es beneficioso, recomendable e incluso necesario para las personas mayores.
Con el frío, lluvia y mal tiempo en general es habitual que las personas mayores salgan menos, pero el buen tiempo es una época muy favorable para conseguir que los mayores se acostumbren a ser más activos.
Con el buen tiempo es más fácil animar a las personas mayores a que hagan actividad física. Pasear, ya sea por el campo, la playa, el paseo marítimo, por parques y zonas ajardinadas… Es siempre algo beneficioso, para el cuerpo y para la mente. Las vacaciones de los nietos son también un estímulo que puede animar a estar personas a ser un poco más activos, aprovechando el buen tiempo para acompañar a los nietos al parque o a hacer actividades, mientras los abuelos los observan y también participan en sus juegos.
La playa y la piscina también son lugares donde las personas mayores pueden hacer actividad física de una forma relajada a la vez que beneficiosa. Si bien lo ideal es que la actividad física se mantenga durante todo el año, para aquellas personas que son más reacias tal vez sea más favorable intentar animarlos a que en los meses de buen tiempo adquieran el hábito, con el objetivo de que lo prolonguen el resto del año.
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