Una dieta que está siendo innovadora en el mundo occidental
es la japonesa. A diferencia de la mediterránea, utiliza ingredientes y
técnicas de preparación poco comunes para la cultura española. La duda que
genera las novedades gastronómicas son siempre la misma ¿Es sana la dieta
japonés?
Según las guías dietéticas de Japón, establecen al té junto
con el agua como bebidas de elección. Las algas y derivados de la soja dan el
aporte proteínico como alternativa ante las grasas de origen animal. Este ejemplo es
una muestra de los tipos de alimentos o costumbres nutricionales que no viene
contemplado en nuestra pirámide alimenticia.
La dieta tradicional japonés se compone básicamente de
arroz, alga, verduras, pescados y derivados de la soja. Esta establece la
ingesta variada de alimentos, hasta unos 30 diferentes al día, combinándose
entre todas las comida y en pequeñas cantidades.
En esta dieta se establece como recomendación ingerir una
media de 2300 calorías para los hombres y 1950 calorías para las mujeres. Estas
cantidades se han de ingerir un 63% en carbohidratos, 12% en proteínas y 25% en
grasas. Una dieta con un contenido menor de grasas y más rica en proteínas, que
a diferencia de la dieta española, se puede ingerir entre un 30% y un 35% de
grasas debido al consumo de la aceite de oliva.
Una de las ventajas de esta dieta viene por el consumo
habitual de té, algas y los derivados de la soja. El té verde es el más
consumido por los japoneses, siendo parte de su cultura hasta la famosa Ceremonia del té. Este producto tan
usado se ha incorporado en gran cantidad de productos, desde dulces hasta
helados, confiriéndoles un sabor característico.
Un té con un gran sabor y con un gran beneficio para el
organismo entre los que se destaca los antioxidantes; su contenido en flúor, en
calcio, en potasio y en magnesio, y de sus vitaminas del grupo B y la
pro-vitamina A.
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