Enero, después de los propósitos de año nuevo, es una fecha
clave en la que los gimnasios se masifican, todos recurrimos al deporte para perder esos kilos de más y ponernos en forma, sin embargo, poco a poco vuelven a
vaciarse hasta poco antes del verano. ¿Os habéis preguntado que hacer para que
no nos pese tanto el gimnasio?
Para no fracasar y que hacer ejercicio sea algo normal en
nuestra vida diaria, es muy importante verlo como algo divertido y
marcarnos objetivos realistas. Cuando apuntamos hacia metas muy elevadas solo
aumentaremos el estrés que podríamos liberar.
Para empezar, es esencial saber qué es lo que queremos hacer. Un
gimnasio no es sinónimo de máquinas, sino que existen multitud de
actividades entre las que elegir: Aeróbic, fitness,
air-boxing, spinning, Pilates, Zumba, Batuka y otros bailes. Es solo cuestión de elegir lo que
más pegue con nosotros.
Una vez que hayas elegido tu actividad, lo ideal es fijar un
esquema semanal; no obstante, no te obsesiones con el tiempo dedicado,
si eres demasiado estricto al principio puede que no llegues y la fatiga te
lleve a abandonar.
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