A los 30 años, nos conocemos más y empiezan a aparecer los primeros signos de la edad, por lo que hay que adaptar los tratamientos a las necesidades de la piel. Da preferencia a los sueros, a las máscaras nutritivas y no te olvides de aplicarte un contorno de ojos por la mañana y por la noche.
Las ojeras se marcan más a los 30 años. La vida ultra activa, los niños, las noches cortas... son factores que fatigan la mirada de las treintañeras. La mirada se convierte en la zona que hay que cuidar con más esmero. Las ojeras serán trabajadas con el tratamiento, el maquillaje y también con la higiene de vida (el sueño, la alimentación y beber mucha agua juegan un papel clave).
Consejos imprescindibles:
- Aplícate un contorno de ojos por la mañana y por la noche, mediante ligeros golpecitos sobre toda la zona con ojeras. La piel se alisa inmediatamente.
- La elección del color de tu anti-ojeras es capital: El buen color es el que no se ve.
- En caso de ojeras, utiliza un anti-ojeras (que neutralice las ojeras) junto con un corrector (que aporte luminosidad).
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